Publicado en El Nacional el 6 de septiembre de 2009
NORMATIVA La ley que restringe la actividad fue aprobada por el Parlamento en primera discusión
Videojuegos bélicos no deben prohibirse sino regularse
Expertos señalan que es el entorno y no los juguetes los que influyen en el comportamiento de los menores de edad
Lissette Cardona lcardona@el-nacional.com
En un universo imaginario desarrollado en el videojuego Mercenarios 2: mundo en llamas un personaje asume la presidencia de un país llamado Venezuela tras una insurrección militar y utiliza el petróleo para influir en otras naciones, mientras estrecha su relación con movimientos guerrilleros. En otro juego digital, llamado Mazinger Z salva a Venezuela, el popular robot emerge de una fuente de la plaza Francia de Altamira antes de iniciar su persecución contra el Presidente. Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Además de la alusión a la violencia propia de una guerra -muerte y destrucción- en ambos videojuegos los participantes deben violar imaginariamente varios derechos universales y algunos consagrados en la Constitución. Ambos juegos quedarían prohibidos si se sanciona la ley para la prohibición de videojuegos y juguetes bélicos, aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional el 25 de agosto pasado. El artículo 3 del texto legal define como juguetes bélicos "el conjunto de objetos que destinados al entretenimiento infantil sean réplicas de armas de fuego, armas blancas, sean estas contundentes, arrojizadas, arrojadoras de puño, de corte o de asta y cualquier otra manifestación tangible de agresividad; igualmente los videojuegos de naturaleza bélica, aquellos que impliquen la utilización de armas, o en los que la destrucción y la violencia constituya el elemento esencial para obtener el triunfo ya sea tangible o no". A los 17 años de edad, Robnel Lovera es un jugador profesional de la FIFA. No ha conocido personalmente ni a Ronaldo ni a Beckham, pero sí usa sus nombres o de algunos otros jugadores de fútbol profesional en los videojuegos que lo han hecho campeón nacional del World Cyber Games Venezuela 2008. Su experiencia como gamer lo hace una voz acreditada para evaluar los impactos de la ley. El joven, que representó a Venezuela en el torneo internacional de videojuegos realizado en Alemania en 2008, considera que los parlamentarios evidenciaron su desconocimiento sobre la regulación establecida a escala mundial. "De acuerdo con el grado de violencia, los videojuegos son aptos para personas de determinada edad. Counter Strike es para mayores de 18 años de edad y World of Warcraft es para mayores de 16 años. En Alemania no pude entrar a varias salas de video porque no tenía la edad permitida", puntualiza. Lovera cree que el comportamiento violento de algunos niños y jóvenes no cambiará con la prohibición de estos juguetes. Para él, lo que determina el carácter de una persona es su formación familiar. No cree que la ley logre su objetivo en personas como él, que dedican no menos de siete horas al día a su hobby. "Prohíben los videojuegos pero siguen los barrios llenos de malandros, niños que nacen y viven en hogares violentos, que ven a los padres que se maltratan. Pueden penalizar a los distribuidores y a los fabricantes, pero cualquiera fácilmente baja un juego pirata de Internet", explica. Adelaida Cherenos, madre de Lovera, coincide con su hijo. Dice que la ley es una violación a la libertad de las personas. Asevera que Robnel ha ido utilizando los juegos de acuerdo con sus etapas de desarrollo. Propone que se eduque a los padres y se hagan cumplir las leyes existentes como la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en Salas de uso de Internet, Videojuegos y otras Multimedia aprobada en 2006. Alexander Rodríguez Muñoz, director de la web www.deporteselectrónicos.com y organizador de torneos nacionales de videojuegos en Venezuela concuerda en que la Lopna establece una regulación a partir de la edad, pero muchos jóvenes acceden a ellos a través de Internet. Dice que más que prohibir debe crearse un organismo que publique información sobre el contenido de los juegos y las edades mínimas para su utilización. El diputado José Albornoz, miembro de Patria Para Todos y proponente del proyecto legislativo, expresó que el objeto de la ley, pese a su nombre, no es prohibir sino estimular la participación de la familia, las escuelas y la Iglesia como actores encargados de evitar el acceso de los menores de edad a estos juegos. Indicó que el texto es un complemento de la Lopna, pues los juguetes bélicos y los videojuegos violentos no se mencionan en el contenido. "No se trata de una ley coercitiva, buscamos que haya una reflexión respecto al tema. Entendemos que el problema no lo puede resolver solo un factor de la vida social, y por eso queremos despertar la conciencia para que la gente diga 'yo no lo compro", afirmó.
La ley no basta. Carlos Trappani, especialista en Derechos de los niños y adolescentes del Instituto Investigaciones Jurídicas UCAB y colaborador de Cecodap, cree que la ley no será la panacea para resolver el problema de la violencia. "¿Qué pasa con los que no tienen acceso a esos juegos y su entorno es violento? Se requieren políticas públicas en las que tiene que participar la familia", explica. Rodríguez califica como una tontería pensar que uno de los motivos que incide en el incremento de la violencia son los juegos de video con ese tipo de contenido. Afirma que en la televisión se ven peores situaciones. "Vivimos en una de las zonas más violentas del mundo ¿y la culpa la tienen los videojuegos?", se pregunta.
No generalizar
La investigadora del Instituto de Psicología de la UCV, Ana Rangel, ha hecho diversos estudios en el ámbito de los videojuegos. Afirma que no se pueden generalizar aunque tengan algún contenido violento, pues muchos contribuyen con el desarrollo de habilidades como la planificación, la anticipación y la discusión. Alexander Rodríguez Muñoz director de la web www.deporteselectrónicos.com citó una investigación publicada por la Universidad de Middlesex, en el Reino Unido, que demuestra que los usuarios de los videojuegos son menos violentos, pues los usan como desahogo. "Un estudio que aparece en la revista Nature dio a conocer que los jugadores de Counter Strike 1.6, desarrollan la misma habilidad que los jugadores de ajedrez, por un solo motivo, y es el de predecir los movimientos de su contrincante", asevera. "Más que legislar habría que formar a docentes, padres y niños respecto a una política publica en torno a los juegos en general. No se está atacando la raíz del problema, hay que tratar los problemas con formación" destacó Rangel. El especialista en Psicología Clínica Infantil y Familiar, Francisco Rivas, señala que los juegos violentos podrían tener influencia en la conducta de los niños siempre que en su núcleo familiar exista una condición de violencia. Explica que los videojuegos no son la causa de las conductas agresivas, aunque algunos niños pudieran imitar lo que ven en ellos.
Ando por la calle y reporto lo que pasa. Busco la noticia, aunque a veces, ella me encuentra a mi.
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lunes, 24 de mayo de 2010
Videojuegos bélicos no deben prohibirse sino regularse
Publicado en El Nacional el 6 de septiembre de 2009
NORMATIVA La ley que restringe la actividad fue aprobada por el Parlamento en primera discusión
Videojuegos bélicos no deben prohibirse sino regularse
Expertos señalan que es el entorno y no los juguetes los que influyen en el comportamiento de los menores de edad
Lissette Cardona lcardona@el-nacional.com
En un universo imaginario desarrollado en el videojuego Mercenarios 2: mundo en llamas un personaje asume la presidencia de un país llamado Venezuela tras una insurrección militar y utiliza el petróleo para influir en otras naciones, mientras estrecha su relación con movimientos guerrilleros. En otro juego digital, llamado Mazinger Z salva a Venezuela, el popular robot emerge de una fuente de la plaza Francia de Altamira antes de iniciar su persecución contra el Presidente. Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Además de la alusión a la violencia propia de una guerra -muerte y destrucción- en ambos videojuegos los participantes deben violar imaginariamente varios derechos universales y algunos consagrados en la Constitución. Ambos juegos quedarían prohibidos si se sanciona la ley para la prohibición de videojuegos y juguetes bélicos, aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional el 25 de agosto pasado. El artículo 3 del texto legal define como juguetes bélicos "el conjunto de objetos que destinados al entretenimiento infantil sean réplicas de armas de fuego, armas blancas, sean estas contundentes, arrojizadas, arrojadoras de puño, de corte o de asta y cualquier otra manifestación tangible de agresividad; igualmente los videojuegos de naturaleza bélica, aquellos que impliquen la utilización de armas, o en los que la destrucción y la violencia constituya el elemento esencial para obtener el triunfo ya sea tangible o no". A los 17 años de edad, Robnel Lovera es un jugador profesional de la FIFA. No ha conocido personalmente ni a Ronaldo ni a Beckham, pero sí usa sus nombres o de algunos otros jugadores de fútbol profesional en los videojuegos que lo han hecho campeón nacional del World Cyber Games Venezuela 2008. Su experiencia como gamer lo hace una voz acreditada para evaluar los impactos de la ley. El joven, que representó a Venezuela en el torneo internacional de videojuegos realizado en Alemania en 2008, considera que los parlamentarios evidenciaron su desconocimiento sobre la regulación establecida a escala mundial. "De acuerdo con el grado de violencia, los videojuegos son aptos para personas de determinada edad. Counter Strike es para mayores de 18 años de edad y World of Warcraft es para mayores de 16 años. En Alemania no pude entrar a varias salas de video porque no tenía la edad permitida", puntualiza. Lovera cree que el comportamiento violento de algunos niños y jóvenes no cambiará con la prohibición de estos juguetes. Para él, lo que determina el carácter de una persona es su formación familiar. No cree que la ley logre su objetivo en personas como él, que dedican no menos de siete horas al día a su hobby. "Prohíben los videojuegos pero siguen los barrios llenos de malandros, niños que nacen y viven en hogares violentos, que ven a los padres que se maltratan. Pueden penalizar a los distribuidores y a los fabricantes, pero cualquiera fácilmente baja un juego pirata de Internet", explica. Adelaida Cherenos, madre de Lovera, coincide con su hijo. Dice que la ley es una violación a la libertad de las personas. Asevera que Robnel ha ido utilizando los juegos de acuerdo con sus etapas de desarrollo. Propone que se eduque a los padres y se hagan cumplir las leyes existentes como la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en Salas de uso de Internet, Videojuegos y otras Multimedia aprobada en 2006. Alexander Rodríguez Muñoz, director de la web www.deporteselectrónicos.com y organizador de torneos nacionales de videojuegos en Venezuela concuerda en que la Lopna establece una regulación a partir de la edad, pero muchos jóvenes acceden a ellos a través de Internet. Dice que más que prohibir debe crearse un organismo que publique información sobre el contenido de los juegos y las edades mínimas para su utilización. El diputado José Albornoz, miembro de Patria Para Todos y proponente del proyecto legislativo, expresó que el objeto de la ley, pese a su nombre, no es prohibir sino estimular la participación de la familia, las escuelas y la Iglesia como actores encargados de evitar el acceso de los menores de edad a estos juegos. Indicó que el texto es un complemento de la Lopna, pues los juguetes bélicos y los videojuegos violentos no se mencionan en el contenido. "No se trata de una ley coercitiva, buscamos que haya una reflexión respecto al tema. Entendemos que el problema no lo puede resolver solo un factor de la vida social, y por eso queremos despertar la conciencia para que la gente diga 'yo no lo compro", afirmó.
La ley no basta. Carlos Trappani, especialista en Derechos de los niños y adolescentes del Instituto Investigaciones Jurídicas UCAB y colaborador de Cecodap, cree que la ley no será la panacea para resolver el problema de la violencia. "¿Qué pasa con los que no tienen acceso a esos juegos y su entorno es violento? Se requieren políticas públicas en las que tiene que participar la familia", explica. Rodríguez califica como una tontería pensar que uno de los motivos que incide en el incremento de la violencia son los juegos de video con ese tipo de contenido. Afirma que en la televisión se ven peores situaciones. "Vivimos en una de las zonas más violentas del mundo ¿y la culpa la tienen los videojuegos?", se pregunta.
No generalizar
La investigadora del Instituto de Psicología de la UCV, Ana Rangel, ha hecho diversos estudios en el ámbito de los videojuegos. Afirma que no se pueden generalizar aunque tengan algún contenido violento, pues muchos contribuyen con el desarrollo de habilidades como la planificación, la anticipación y la discusión. Alexander Rodríguez Muñoz director de la web www.deporteselectrónicos.com citó una investigación publicada por la Universidad de Middlesex, en el Reino Unido, que demuestra que los usuarios de los videojuegos son menos violentos, pues los usan como desahogo. "Un estudio que aparece en la revista Nature dio a conocer que los jugadores de Counter Strike 1.6, desarrollan la misma habilidad que los jugadores de ajedrez, por un solo motivo, y es el de predecir los movimientos de su contrincante", asevera. "Más que legislar habría que formar a docentes, padres y niños respecto a una política publica en torno a los juegos en general. No se está atacando la raíz del problema, hay que tratar los problemas con formación" destacó Rangel. El especialista en Psicología Clínica Infantil y Familiar, Francisco Rivas, señala que los juegos violentos podrían tener influencia en la conducta de los niños siempre que en su núcleo familiar exista una condición de violencia. Explica que los videojuegos no son la causa de las conductas agresivas, aunque algunos niños pudieran imitar lo que ven en ellos.
NORMATIVA La ley que restringe la actividad fue aprobada por el Parlamento en primera discusión
Videojuegos bélicos no deben prohibirse sino regularse
Expertos señalan que es el entorno y no los juguetes los que influyen en el comportamiento de los menores de edad
Lissette Cardona lcardona@el-nacional.com
En un universo imaginario desarrollado en el videojuego Mercenarios 2: mundo en llamas un personaje asume la presidencia de un país llamado Venezuela tras una insurrección militar y utiliza el petróleo para influir en otras naciones, mientras estrecha su relación con movimientos guerrilleros. En otro juego digital, llamado Mazinger Z salva a Venezuela, el popular robot emerge de una fuente de la plaza Francia de Altamira antes de iniciar su persecución contra el Presidente. Cualquier parecido con la realidad, es pura coincidencia. Además de la alusión a la violencia propia de una guerra -muerte y destrucción- en ambos videojuegos los participantes deben violar imaginariamente varios derechos universales y algunos consagrados en la Constitución. Ambos juegos quedarían prohibidos si se sanciona la ley para la prohibición de videojuegos y juguetes bélicos, aprobada en primera discusión por la Asamblea Nacional el 25 de agosto pasado. El artículo 3 del texto legal define como juguetes bélicos "el conjunto de objetos que destinados al entretenimiento infantil sean réplicas de armas de fuego, armas blancas, sean estas contundentes, arrojizadas, arrojadoras de puño, de corte o de asta y cualquier otra manifestación tangible de agresividad; igualmente los videojuegos de naturaleza bélica, aquellos que impliquen la utilización de armas, o en los que la destrucción y la violencia constituya el elemento esencial para obtener el triunfo ya sea tangible o no". A los 17 años de edad, Robnel Lovera es un jugador profesional de la FIFA. No ha conocido personalmente ni a Ronaldo ni a Beckham, pero sí usa sus nombres o de algunos otros jugadores de fútbol profesional en los videojuegos que lo han hecho campeón nacional del World Cyber Games Venezuela 2008. Su experiencia como gamer lo hace una voz acreditada para evaluar los impactos de la ley. El joven, que representó a Venezuela en el torneo internacional de videojuegos realizado en Alemania en 2008, considera que los parlamentarios evidenciaron su desconocimiento sobre la regulación establecida a escala mundial. "De acuerdo con el grado de violencia, los videojuegos son aptos para personas de determinada edad. Counter Strike es para mayores de 18 años de edad y World of Warcraft es para mayores de 16 años. En Alemania no pude entrar a varias salas de video porque no tenía la edad permitida", puntualiza. Lovera cree que el comportamiento violento de algunos niños y jóvenes no cambiará con la prohibición de estos juguetes. Para él, lo que determina el carácter de una persona es su formación familiar. No cree que la ley logre su objetivo en personas como él, que dedican no menos de siete horas al día a su hobby. "Prohíben los videojuegos pero siguen los barrios llenos de malandros, niños que nacen y viven en hogares violentos, que ven a los padres que se maltratan. Pueden penalizar a los distribuidores y a los fabricantes, pero cualquiera fácilmente baja un juego pirata de Internet", explica. Adelaida Cherenos, madre de Lovera, coincide con su hijo. Dice que la ley es una violación a la libertad de las personas. Asevera que Robnel ha ido utilizando los juegos de acuerdo con sus etapas de desarrollo. Propone que se eduque a los padres y se hagan cumplir las leyes existentes como la Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes en Salas de uso de Internet, Videojuegos y otras Multimedia aprobada en 2006. Alexander Rodríguez Muñoz, director de la web www.deporteselectrónicos.com y organizador de torneos nacionales de videojuegos en Venezuela concuerda en que la Lopna establece una regulación a partir de la edad, pero muchos jóvenes acceden a ellos a través de Internet. Dice que más que prohibir debe crearse un organismo que publique información sobre el contenido de los juegos y las edades mínimas para su utilización. El diputado José Albornoz, miembro de Patria Para Todos y proponente del proyecto legislativo, expresó que el objeto de la ley, pese a su nombre, no es prohibir sino estimular la participación de la familia, las escuelas y la Iglesia como actores encargados de evitar el acceso de los menores de edad a estos juegos. Indicó que el texto es un complemento de la Lopna, pues los juguetes bélicos y los videojuegos violentos no se mencionan en el contenido. "No se trata de una ley coercitiva, buscamos que haya una reflexión respecto al tema. Entendemos que el problema no lo puede resolver solo un factor de la vida social, y por eso queremos despertar la conciencia para que la gente diga 'yo no lo compro", afirmó.
La ley no basta. Carlos Trappani, especialista en Derechos de los niños y adolescentes del Instituto Investigaciones Jurídicas UCAB y colaborador de Cecodap, cree que la ley no será la panacea para resolver el problema de la violencia. "¿Qué pasa con los que no tienen acceso a esos juegos y su entorno es violento? Se requieren políticas públicas en las que tiene que participar la familia", explica. Rodríguez califica como una tontería pensar que uno de los motivos que incide en el incremento de la violencia son los juegos de video con ese tipo de contenido. Afirma que en la televisión se ven peores situaciones. "Vivimos en una de las zonas más violentas del mundo ¿y la culpa la tienen los videojuegos?", se pregunta.
No generalizar
La investigadora del Instituto de Psicología de la UCV, Ana Rangel, ha hecho diversos estudios en el ámbito de los videojuegos. Afirma que no se pueden generalizar aunque tengan algún contenido violento, pues muchos contribuyen con el desarrollo de habilidades como la planificación, la anticipación y la discusión. Alexander Rodríguez Muñoz director de la web www.deporteselectrónicos.com citó una investigación publicada por la Universidad de Middlesex, en el Reino Unido, que demuestra que los usuarios de los videojuegos son menos violentos, pues los usan como desahogo. "Un estudio que aparece en la revista Nature dio a conocer que los jugadores de Counter Strike 1.6, desarrollan la misma habilidad que los jugadores de ajedrez, por un solo motivo, y es el de predecir los movimientos de su contrincante", asevera. "Más que legislar habría que formar a docentes, padres y niños respecto a una política publica en torno a los juegos en general. No se está atacando la raíz del problema, hay que tratar los problemas con formación" destacó Rangel. El especialista en Psicología Clínica Infantil y Familiar, Francisco Rivas, señala que los juegos violentos podrían tener influencia en la conducta de los niños siempre que en su núcleo familiar exista una condición de violencia. Explica que los videojuegos no son la causa de las conductas agresivas, aunque algunos niños pudieran imitar lo que ven en ellos.
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Acá está el testimonio de lo ya publicado y de algunas cosas que han quedado por fuera y que solo pueden ver luz gracias a este blog
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