Niños y jóvenes inventan soluciones

Publicado en El Nacional el 30 de octubre de 2009

INGENIO El domingo pasado, entregaron premios Eureka a la Innovatividad
Niños y jóvenes inventan soluciones 
La mayoría de los proyectos propone optimizar el uso de la energía, el gas y el tiempo
   
Lissette Cardona
lcardona@el-nacional.com
Con 6 años de edad, Ámbar Carmona ya es toda una experta en la creación de objetos utilitarios. Su más reciente invento, una alarma para alertar a sus maestras cuando están fuera del aula de clases, fue galardonado con el Premio Eureka Cruz Diez, entregado por la asociación civil Eureka el domingo 25 de octubre. Un bombillo amarillo, un bombillo rojo, una alarma, pilas, cables, aluminio y cartón fueron suficientes para armar el ingenioso aparato, que se coloca debajo de las puertas para advertir a las docentes de educación inicial si alguno de los niños sale del aula mientras están reunidas en otra área de la institución. "Si el niño trata de abrir la puerta, pisa las láminas de aluminio y cartón. Esta alarma alerta a mis maestras que un niño se ha despertado. Si el niño despertó en el aula amarilla, prende la luz amarilla, si el niño despertó en el aula roja; prende la luz roja; entonces si el niño pisa las láminas de aluminio y cartón, se cierra el circuito y hace sonar la alarma", explica. Carmona lleva la mitad de su vida participando en las actividades del centro de ciencias de la Unidad Educativa Nazareth, que está ubicada en Puerto Ordaz, estado Bolívar. Desde entonces, ha mostrado gran inclinación hacia la creación de objetos útiles, comenta su papá, Ángel Carmona. Hace un año recibió una mención honorífica de Eureka por su detector de lluvia, y ya es una participante constante de las ferias de tecnología organizadas por Fundacite-Bolívar en esa referida entidad. La experiencia que vivió Ámbar Carmona la compartieron los niños Luis Daniel González y Paola Guevara, estudiantes de la segunda etapa de educación básica también en el colegio Nazareth, y quienes inventaron un dispositivo para ahorrar energía eléctrica en las viviendas. Gino Gómez vio en el yare y el varbasco, desechos vegetales, el potencial suficiente para crear un insecticida orgánico. El niño de 13 años de edad, estudiante de la Unidad Educativa Nacional Nicolás Meza de Santa Elena de Uairén, indicó que su invento nació de ver cómo las plantas de ají en el conuco de su tío eran consumidas por las plagas. Franco Marval, docente y asesor del proyecto ganador del Premio Eureka, explicó que esta es la segunda ocasión en que el estudiante es premiado por sus inventos a favor del ambiente. El año pasado, el Club de Ciencias David Bohm, al que pertenecen, presentó un pegamento fabricado con la savia extraída del moriche y que es utilizada en varias escuelas del sur del estado Bolívar. La propuesta de Yusleidi Salas para la creación de una galería de arte a través del uso y reuso de residuos y desechos sólidos, recibió el premio especial Cavefaj. Salas es estudiante de la Unidad Educativa Bolivariana Manuelita Sáenz de Mérida. Otra de los proyectos ambientales premiados fue el Tablero Ecológico Inteligente realizado por Richard Castro y Frank Hernández, de Apure.
     Propuestas universitarias. Daniel Alvarado, Nelson Sepúlveda, María José Nieves y Wilmer Córdoba combinaron sus nombres para bautizar su bicicleta portátil y plegable como una alternativa al pesado tránsito valenciano. El Alsenico BP es un dispositivo que propone el ahorro del tiempo de quienes viven en las áreas urbanas del país. "La idea surgió en el evento Ingenio UC. Un compañero fabricó un pupitre plegable y se nos ocurrió que podíamos hacer lo mismo con una bicicleta", explica Nieves. La creación de los estudiantes del ciclo básico de Ingeniería de la Universidad de Carabobo obtuvo el Premio Eureka-Universia a la Innovatividad en Recreación, Arte y Diseño. La preocupación de los alumnos del Colegio Universitario Rafael Belloso Chacín del estado Zulia, por el desarrollo de las comunidades rurales de la entidad, recibió el reconocimiento principal y la mención especial del Premio Eureka-Universia a la Innovatividad, mención Desarrollo Sustentable. Joendry Marzol, Abdemar Labarca y Freddy Hernández construyeron un sistema para la generación de energía eólica para la isla Zapara del estado Zulia. La máquina generaría la electricidad necesaria a través de aspas que giran por la fuerza del motor de diesel, y supliría la carencia del servicio que sufre el sector, que según el proyecto, no recibe el suministro de ninguna compañía de electricidad en Venezuela. El Biodigestor de gas metano fabricado en dos meses de trabajo por Moisés Parra y otros cuatro estudiantes del Cunibe, recibió la mención especial por proponer la generación del gas a partir de sedimentos orgánicos de los animales. "Lo novedoso es que hicimos una campana separadora de gases de los agentes contaminantes. El aparato funciona como alternativa para las áreas rurales", afirmó. También recibieron el Premio Eureka mención Salud Daniel Pérez Witzke de la Universidad del Zulia, por la construcción y caracterización de un gen codificador de la proteína de fusión CTLA4F humana. La mención Innovatividad Técnica fue para los estudiantes de la Universidad Simón Bolívar David Zaragoza Rodríguez, Rafael Chacón y Jesús Federico Perna por el proyecto de refinamientos de protocolos de consistencia de memoria en ambientes de memoria compartida distribuida. La categoría Innovatividad Social la obtuvo el proyecto Sistema Interactivo para la Gestión en las Ciudades de Juan Sánchez Rosario, Blas Hernández Sánchez y Laura Guerrero, de la Universidad Nacional Experimental del Táchira. El premio Eureka al Diseño Industrial categoría producto fue otorgado a Dubraska Santos y Greshy Moreno, de la Universidad de los Andes por sus bancos para plaza elaborados en acero y bautizados con el nombre de Las Tres Anitas. La categoría Concepto la obtuvo el ingeniero industrial Sergio Alonso por un mobiliario comercial con iluminación.