"Lo hago para sentirme bien conmigo mismo"

Pblicada en El Nacional el 11 de abril de 2009

HISTORIAS Templos del centro de Caracas son los más concurridos

"Lo hago para sentirme bien conmigo mismo"

Los fieles de la Iglesia Católica celebran la Semana Santa emulando las vivencias de Jesús, para agradecer por los favores recibidos

LISSETTE CARDONA
lcardona@el-nacional.com

Cuatro años lleva Benjamín Zambrano llevando a cuestas una cruz de similar dimensión y peso a la de El Nazareno de San Pablo. Su traje morado y pies descalzos caracterizan el atuendo que prometió llevar luego de la muerte de su hermana. Desde 2005 recorre el centro de Caracas con su peso a la espalda. Los Miércoles Santo sigue los pasos de El Nazareno y lo acompaña en la procesión. "Lo hago para sentirme bien conmigo mismo, todavía me falta un año", recuerda. La promesa que debe cumplir Mariana Uzcátegui la hizo su mamá al séptimo mes de embarazo cuando perdió el líquido amniótico. Desde pequeña ha visitado en cada Semana Santa la talla a la que se le atribuye haber curado a los caraqueños de la peste que azotó la ciudad en 1597. "Debo agradecerle que me ayudara a nacer", acota y sigue su marcha, pues desea cumplir con la tradición de visitar otros tres templos para completar los siete que indica la tradición. Tita Sangroni le ofreció a El Nazareno vestirse de morado por diez años continuos. A cambio pidió salud para ella y su madre, que sufre una delicada enfermedad. La misma promesa la hizo Dulce Chacón por su hija, a la que viste de morado porque tuvo problemas al nacer. Las muestras de agradecimiento no se limitan solo a vestir como Él y acompañarlo en la procesión. Algunas personas caminan de rodillas hasta acercarse a la imagen. "Una promesa es un sacrificio que hacemos para darle las gracias porque nos ha ayudado", señala Pedro Manuel Fuentes, y contó que ha visto manifestaciones de fe indescriptibles. "Mucha gente va desde su casa hasta la iglesia y acompaña la procesión descalza", agrega.

Siete Templos. Siete Palabras.

Las calles del centro de Caracas simulaban un río de gente. Cientos de personas con túnicas moradas, rosarios, tallas religiosas, frascos de agua y hasta ramas de sábila recorrieron varios templos. Los más visitados fueron San Francisco, Santa Teresa, Santa Capilla, Corazón de Jesús, Salesianos, Santa Rosalía y la Catedral, donde se llevó a cabo la ceremonia de lectura del Sermón de las Siete Palabras a cargo del obispo auxiliar de Caracas, monseñor Jesús González de Zárate. Ana María Méndez considera que el Viernes Santo es "el día más santo de todos". Por eso, siempre acude a las celebraciones de la fecha con pencas de sábila porque así quedarán benditas y "cura más rápido", apunta. Hubo quienes también llevaban imágenes de la religión Yoruba o vestían completamente de blanco como se estila en la santería. El obispo auxiliar de Caracas expresó que la feligresía no está bien formada en la fe, sin embargo, indicó que el catolicismo forma parte de la identidad venezolana. Por ello, desde el próximo domingo los sacerdotes saldrán de las iglesias para reforzar las enseñanzas del Evangelio. El sermón de las Siete Palabras es una compilación realizada por San Roberto Belarmino en el siglo XII. Esta liturgia evoca las palabras dichas por Jesús antes de morir crucificado, y recogidas en varios evangelios de la Biblia. El Viernes Santo no se celebran misas, solo se lee la liturgia por ser un día de duelo para la Iglesia.