lunes, 24 de mayo de 2010

Artefactos con sello venezolano

Publicado en El Nacional el 23 de junio de 2009

INNOVACIÓN Eureka galardonó a jugueteros y artesanos en el país

Artefactos con sello venezolano

Los creadores de un balancín, un juego de la fauna criolla y una tapara multicolor fueron premiados por su creatividad

LISSETTE CARDONA
lcardona@el-nacional.com


El término curricán se utiliza en algunas zonas de Venezuela para denominar la cuerda con la que se hace bailar el trompo. Esa característica fue tomada por Ciro Dávila, Marihum Pernía y Alejandro Ruiz para bautizar su balancín como Curricán, uno de los artefactos acreedores del Premio Eureka de Juguetes y Artesanía, mención OFL a la Innovación en Juguetes. El instrumento fue creado para que un par de niños, entre los 4 y los 6 años de edad, se suban a él y traten de mantener el equilibrio. Puede usarse colgado del techo o apoyado en el piso. La cuerda que lo sostiene en las alturas se mantiene enrollada alrededor del juguete cuando está en desuso, tal y como ocurre con el guaral con el que se baila el trompo. "Quisimos aludir a la identidad nacional", apunta Ruiz, quien, al igual que sus compañeros, es estudiante del cuarto año de Diseño Industrial en la Universidad de los Andes, en Mérida. Pernía indica que la idea nació de una asignación de la universidad. "Teníamos que realizar un proyecto que estimulara la motricidad gruesa de los niños". Luego los invitaron a participar en el premio, que ganaron. Ahora se preparan para producirlo en masa e introducirlo en el mercado venezolano. Durante el proceso de desarrollo de la idea determinaron que debía ser un juguete que se pudiera usar dentro del aula de clases de los infantes; después hicieron varias pruebas que tuvieron como protagonistas a los niños de varias escuelas Simoncito de Mérida y algunos conocidos en fiestas particulares. Estos ensayos los llevaron a determinar que el tamaño ideal sería de 65 centímetros de diámetro y 90 centímetros de alto. También experimentaron con materiales y colores, hasta que llegaron al producto final en amarillo y azul.

Cada especie en su lugar. Annella Armas y Viviana Salas ganaron el Premio Eureka en la mención Juguetes Industriales por Oikos, un juego destinado a enseñar a los niños a identificar la fauna venezolana y sus ecosistemas. Las creadoras, diseñadora y bióloga, respectivamente, se unieron hace diez años gracias a un denominador común: el chigüire. Armas, que se graduó en el Instituto Neuman, fundó en 1998 la empresa Tierra Chigüire, a la que al poco tiempo se unió su compañera. Ambas sostienen que los venezolanos se han familiarizado con la naturaleza a través de animales que no son propios de su fauna, como los osos panda, leones, jirafas y elefantes, especies reconocidas por los infantes en los libros que leen. Por ello, en 2002 tomaron la iniciativa de crear un juego con el que los niños de la primera etapa de educación básica pudieran familiarizarse con los animales que habitan en los ecosistemas del país, como el chigüire, la anaconda, el jaguar y el caballito de mar, entre otros. En total, Oikos, contiene 17 piezas que representan a seres que habitan en la región marino-costera, la sabana llanera y el bosque tropical. La caja del juguete contiene una manta de PVC con el mapa, los animalitos tallados en pino y las fichas con la información descriptiva del hábitat y del animal. "Es una forma de fijar lo que enseñó el maestro", explica Salas, egresada de la Universidad Simón Bolívar. El juego, diseñado para disfrutarlo en grupos, consiste en ubicar la casa o el hábitat de cada de animal siguiendo la información contenida en las fichas que describen las características del medio ambiente. Oikos no es el único juguete que se fabrica con la marca Tierra Chigüire. También crean rompecabezas de madera tallada y pintada a mano. Todas son figuras alusivas a alguna especie de la fauna venezolana.

Colores y naturaleza. La artesanía también obtuvo Premio Eureka. Cromático 1 es el nombre de la pieza creada por Maitane Ituarte, diseñadora gráfica convertida por voluntad propia en artesana. Tiene cuatro años trabajando con taparas, pero es la primera vez que recibe un galardón por alguna de ellas. "Todo ha sido ensayo y error. Tallaba las taparas pero no sabía que había que vaciarlas, y se nacían. Ahora lo sé, pero todavía estoy ensayando técnicas. Esto es un aprendizaje; mientras se está en esto se va ensayando", apunta. Cromático 1 es una tapara multicolor completamente pintada a mano, que fue vendida antes de ganar el premio. Ituarte explica que, sin embargo, su nuevo dueño no pudo llevársela sino hasta que finalizó la competencia.

Otros ganadores. La innovación y creatividad en el área juguetera recibieron otros premios. La mención Juguetes Artesanales fue otorgada a Miguel Meneses por un artefacto al que llamó Gusano caminador; en Juegos Digitales, Ignacio Salazar recibió el galardón por un software educativo. El trofeo en la categoría Juegos de Mesa se lo llevó el trabajo de Iván Naranjo, con mandalas interactivos, y en Otros Juguetes ganó Mariana Méndez, con su ajedrez 3D. El área artesanal estuvo clasificada en otras tres categorías: Innovación en Diseño de Producto, otorgado a Joel Vargas; Innovación en Técnica o Proceso Productivo, ganado por Sonia Parisca, e Innovación en los Materiales de Fabricación del Producto, para Yaritza Molina.

14 años de premios

Desde su fundación en 1995, Eureka ha promovido varios galardones a la innovación. El más reciente de ellos es el Premio Eureka Juguetes y Artesanía que honra las propuestas novedosas hechas por venezolanos en esas áreas. Curiosamente, el premio también es novedoso, pues no existe ningún otro en el país con esos fines. Simón Parisca, director general de Eureka, explica que la iniciativa nació de Sergio Antillano, presidente de la Fundación OFL. Ambas instituciones coincidieron en la idea de crear una actividad orientada a estimular la capacidad innovadora de los jugueteros. Sin embargo, Eureka ya tenía cuatro años otorgando un premio a los artesanos, por lo que la iniciativa fue propicia para unir ambas actividades. La convocatoria fue atendida por 35 expositores en las 2 disciplinas, provenientes de distintas regiones del país, como Mérida, Lara, Carabobo, Guárico y Distrito Capital.

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lunes, 24 de mayo de 2010

Artefactos con sello venezolano

Publicado en El Nacional el 23 de junio de 2009

INNOVACIÓN Eureka galardonó a jugueteros y artesanos en el país

Artefactos con sello venezolano

Los creadores de un balancín, un juego de la fauna criolla y una tapara multicolor fueron premiados por su creatividad

LISSETTE CARDONA
lcardona@el-nacional.com


El término curricán se utiliza en algunas zonas de Venezuela para denominar la cuerda con la que se hace bailar el trompo. Esa característica fue tomada por Ciro Dávila, Marihum Pernía y Alejandro Ruiz para bautizar su balancín como Curricán, uno de los artefactos acreedores del Premio Eureka de Juguetes y Artesanía, mención OFL a la Innovación en Juguetes. El instrumento fue creado para que un par de niños, entre los 4 y los 6 años de edad, se suban a él y traten de mantener el equilibrio. Puede usarse colgado del techo o apoyado en el piso. La cuerda que lo sostiene en las alturas se mantiene enrollada alrededor del juguete cuando está en desuso, tal y como ocurre con el guaral con el que se baila el trompo. "Quisimos aludir a la identidad nacional", apunta Ruiz, quien, al igual que sus compañeros, es estudiante del cuarto año de Diseño Industrial en la Universidad de los Andes, en Mérida. Pernía indica que la idea nació de una asignación de la universidad. "Teníamos que realizar un proyecto que estimulara la motricidad gruesa de los niños". Luego los invitaron a participar en el premio, que ganaron. Ahora se preparan para producirlo en masa e introducirlo en el mercado venezolano. Durante el proceso de desarrollo de la idea determinaron que debía ser un juguete que se pudiera usar dentro del aula de clases de los infantes; después hicieron varias pruebas que tuvieron como protagonistas a los niños de varias escuelas Simoncito de Mérida y algunos conocidos en fiestas particulares. Estos ensayos los llevaron a determinar que el tamaño ideal sería de 65 centímetros de diámetro y 90 centímetros de alto. También experimentaron con materiales y colores, hasta que llegaron al producto final en amarillo y azul.

Cada especie en su lugar. Annella Armas y Viviana Salas ganaron el Premio Eureka en la mención Juguetes Industriales por Oikos, un juego destinado a enseñar a los niños a identificar la fauna venezolana y sus ecosistemas. Las creadoras, diseñadora y bióloga, respectivamente, se unieron hace diez años gracias a un denominador común: el chigüire. Armas, que se graduó en el Instituto Neuman, fundó en 1998 la empresa Tierra Chigüire, a la que al poco tiempo se unió su compañera. Ambas sostienen que los venezolanos se han familiarizado con la naturaleza a través de animales que no son propios de su fauna, como los osos panda, leones, jirafas y elefantes, especies reconocidas por los infantes en los libros que leen. Por ello, en 2002 tomaron la iniciativa de crear un juego con el que los niños de la primera etapa de educación básica pudieran familiarizarse con los animales que habitan en los ecosistemas del país, como el chigüire, la anaconda, el jaguar y el caballito de mar, entre otros. En total, Oikos, contiene 17 piezas que representan a seres que habitan en la región marino-costera, la sabana llanera y el bosque tropical. La caja del juguete contiene una manta de PVC con el mapa, los animalitos tallados en pino y las fichas con la información descriptiva del hábitat y del animal. "Es una forma de fijar lo que enseñó el maestro", explica Salas, egresada de la Universidad Simón Bolívar. El juego, diseñado para disfrutarlo en grupos, consiste en ubicar la casa o el hábitat de cada de animal siguiendo la información contenida en las fichas que describen las características del medio ambiente. Oikos no es el único juguete que se fabrica con la marca Tierra Chigüire. También crean rompecabezas de madera tallada y pintada a mano. Todas son figuras alusivas a alguna especie de la fauna venezolana.

Colores y naturaleza. La artesanía también obtuvo Premio Eureka. Cromático 1 es el nombre de la pieza creada por Maitane Ituarte, diseñadora gráfica convertida por voluntad propia en artesana. Tiene cuatro años trabajando con taparas, pero es la primera vez que recibe un galardón por alguna de ellas. "Todo ha sido ensayo y error. Tallaba las taparas pero no sabía que había que vaciarlas, y se nacían. Ahora lo sé, pero todavía estoy ensayando técnicas. Esto es un aprendizaje; mientras se está en esto se va ensayando", apunta. Cromático 1 es una tapara multicolor completamente pintada a mano, que fue vendida antes de ganar el premio. Ituarte explica que, sin embargo, su nuevo dueño no pudo llevársela sino hasta que finalizó la competencia.

Otros ganadores. La innovación y creatividad en el área juguetera recibieron otros premios. La mención Juguetes Artesanales fue otorgada a Miguel Meneses por un artefacto al que llamó Gusano caminador; en Juegos Digitales, Ignacio Salazar recibió el galardón por un software educativo. El trofeo en la categoría Juegos de Mesa se lo llevó el trabajo de Iván Naranjo, con mandalas interactivos, y en Otros Juguetes ganó Mariana Méndez, con su ajedrez 3D. El área artesanal estuvo clasificada en otras tres categorías: Innovación en Diseño de Producto, otorgado a Joel Vargas; Innovación en Técnica o Proceso Productivo, ganado por Sonia Parisca, e Innovación en los Materiales de Fabricación del Producto, para Yaritza Molina.

14 años de premios

Desde su fundación en 1995, Eureka ha promovido varios galardones a la innovación. El más reciente de ellos es el Premio Eureka Juguetes y Artesanía que honra las propuestas novedosas hechas por venezolanos en esas áreas. Curiosamente, el premio también es novedoso, pues no existe ningún otro en el país con esos fines. Simón Parisca, director general de Eureka, explica que la iniciativa nació de Sergio Antillano, presidente de la Fundación OFL. Ambas instituciones coincidieron en la idea de crear una actividad orientada a estimular la capacidad innovadora de los jugueteros. Sin embargo, Eureka ya tenía cuatro años otorgando un premio a los artesanos, por lo que la iniciativa fue propicia para unir ambas actividades. La convocatoria fue atendida por 35 expositores en las 2 disciplinas, provenientes de distintas regiones del país, como Mérida, Lara, Carabobo, Guárico y Distrito Capital.

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Ando por la calle buscando la noticia, aunque a veces ella me encuentra.
Acá está el testimonio de lo ya publicado y de algunas cosas que han quedado por fuera y que solo pueden ver luz gracias a este blog